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El Jefe es un Hombre

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EL JEFE ES UN HOMBRE

Aunque vivimos actualmente en una época en la que se busca establecer la igualdad de derechos entre todas las personas, especialmente que no haya diferencias en ese terreno entre los dos sexos, eso no debe llevarnos a pensar que esa igualdad de derechos puede llevarse al terreno de lo biológico, lo instintivo o lo emocional, donde el hombre y la mujer presentan claras diferencias de estructura o de comportamiento. Estas formas variadas de ser acaban, finalmente, complementándose y se convierten en provechosas para todos si se consiguen acoplar la una a la otra adecuadamente.

Por esa razón, no es lo mismo que la persona que dirige, el jefe, esté representado en la figura de un hombre o en la de una mujer. Ya se ha visto que el hombre tiende a reconocer con más facilidad una estructura jerárquica vertical y se va a colocar de forma natural en el lugar que le corresponda o en el que pueda conseguir gracias a sus capacidades y habilidades, dentro de esa línea jerárquica. También se dará de forma natural la rivalidad entre hombres por conseguir el mejor puesto en esa línea y la mejor remuneración por su trabajo.

Cuando el jefe es un hombre y sus subordinados también, se busca establecer un grupo de trabajo cohesionado con relaciones basadas en códigos de lealtad, apoyo, respeto o compañerismo, formando un equipo compacto y organizado ante situaciones que lo requieran, siempre que la rivalidad y las envidias no lo rompan.

Cuando el grupo laboral es mixto, formado por hombres y mujeres, se mezclan el modelo jerárquico de los hombres con el de tipo relacional de las mujeres, lo que puede generar mucha confusión a la hora de trabajar en equipo. Los códigos de comportamiento están condicionados también por la información instintiva e inconsciente que marca la relación entre hombres y mujeres, con atracción o rechazo según los casos.


El jefe es un hombre

Si el jefe conoce bien esas diferencias y las sabe manejar adecuadamente para equilibrar unas y otras formas de actuar, puede conseguir que su equipo laboral trabaje bien y evite los conflictos, en la medida de lo posible.

En cuanto a la atracción o rechazo, se pueden dar modelos de afinidad entre el jefe y alguna de las mujeres que trabajan en la empresa y no es extraño que se formen parejas en este contexto laboral o que se den relaciones que son problemáticas si las personas ya tienen sus respectivas parejas.

El rechazo puede venir por parte de los hombres hacia el jefe si éste no dirige de forma adecuada al grupo o si genera situaciones injustas o de excesiva presión sobre ellos. Las mujeres también pueden desarrollar una actitud de rechazo hacia su jefe si, con su trato, pretende presionarlas o abusar de su posición dominante.






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